domingo, 25 de septiembre de 2011




Acá estoy una vez más, como siempre cuando te extraño, escribiendo una y otra vez lo que siento. ¿Qué decir que no se sepa? Nada. Siempre es lo mismo.
Cada día voy aceptando el que no vas a volver. Ya entendí que por más que llore, patalee, reniegue o grite un día entero no vas a estar, tu voz no va a volver a estar al otro lado del teléfono. Pero lo que si aprendí es que si vas a seguir estando a mi lado cuando no haya nadie que me apoye o vas a seguir secando mis lágrimas cuando mis ojos estén cansados de llorar. Igualmente eso no me alcanza. Quiero tenerte cerca, volver a sentir tu perfume, poder decirte te amo. Siempre voy a querer más de lo que tengo. Esta en la naturaleza del humano ser ambicioso, y yo no tendría por qué ser la excepción.
De a poco el tiempo me va a ayudar a currar este dolor. A aprender a quedarme con todas las cosas buenas que me dejaste o a poder sacar una sonrisa al recordarte en cada momento.
Te amo abue, es simple y claro. Nunca nadie va a llenar tu lugar.